El pasado miércoles mientras azotaba el terral en Málaga nos escapamos al aire acondicionado de Sima Aire, que haciendo honor a su nombre nos recibió soplando de forma continua y con gran empuje en la boca. Antes habíamos quedado en Málaga para salir a las 7 y encontrarnos en el Navasillo con Rogelio sobre las 9. Desayunado en Las Lajas porque los miércoles cierra el Navasillo nos subimos todos al todoterreno y nos dirigimos al aparcamiento de Los Pilones. Ya han cerrado el acceso a los vehículos desde la primera valla, así que una vez abierta subimos sin problema. El carril sigue mal, y presenta ya muchas piedras. Una vez en los pilones creíamos que íbamos a encontrar más calor pero nos respetó la sierra y en una hora sin apenas calor llegamos a la boca, donde ya sí agradecimos el chorro de aire que la boca expulsa. Nos cambiamos rápido mientras Roger instalaba el sistema de comunicaciones que era uno de los objetivos de la entrada junto a la reinstalación hasta la cota de -140 m. Se arreglaron varias cabeceras de pozos y pasamanos. Se reforzó con nuevos anclajes de acero en varios puntos sustituyendo a los antiguos anclajes de aluminio. Se hizo un pequeño porteo de material hasta esa cota. Se sustituyeron varios tramos de cuerda incluyendo la del pozo del aporte. Y se probó en distintas cotas hasta -140 el sistema de comunicación que funcionaba correctamente a falta de algunas mejoras menores. La bajada fue continua y sin problemas, los dos equipos en los que nos dividimos nos reunimos a -140 metros donde una vez descansados e hidratados comenzamos la subida que de nuevo nos permitió revisar la instalación “en subida”. El único error cometido fue salir demasiado temprano porque aunque el calor era soportable el regreso hasta el coche habría sido más cómodo saliendo algo más tarde. La cuesta de regreso, como algunos conocéis es el último pozo y lo superamos a pesar del calorcito, que comparado con lo que nos encontramos en Málaga era toda una bendición. Tras llegar al coche y bajar al Navasillo tuvimos que acercarnos a la gasolinera a tomar algo porque estaba todo cerrado, hay que tenerlo en cuenta. Allí con la cervecita nos despedimos de Roger que bajaba por la costa para llegar a Málaga cerca de las 10 de la noche.












