Mil compromisos. Facultad, prácticas, amigos, estudios, centro comercial, cine, ruidos, cláxones, luces, voces, ascensores, atracos, contaminación, noticiarios policiales, sociales, económicos y peor todavía, noticiarios políticos!!!
Para ser feliz, hay que ser radical, o ser político... Prefiero ser radical. Voy a hacer una terapia troglodita. Voy a visitar viejas amigas, donde la paz, el orden, el respeto por la naturaleza deben prevalecer. Voy a volver en el tiempo y recuperar mis energías, junto a mis viejas amigas, las cavernas.
La decisión de ir para las cavernas, ya me alivia del estrés de la ciudad. La planificación: ¿A dónde? ¿Cuándo? ¿Que tengo que llevar? Cada providencia es una emoción. Tengo que pensar en la seguridad. Cuerdas, cascos, botas, guantes, armas nucleares, escopetas, pistolas, granadas... Bien, podemos dispensar los 4 últimos ítems. Las expediciones son siempre de paz.
El estudio de la fauna cavernícola es instigador porque abre posibilidades de realización de trabajos en que es posible comprobar hipótesis sobre la evolución de características morfológicas, fisiológicas y de comportamiento. Siendo esta fauna proveniente de especies que habitaban la superficie, los organismos que colonizan cavernas pueden presentar modificaciones que habían posibilitado la ocupación, con éxito, de un hábitat bastante singular. El ambiente cavernícola es caracterizado genéricamente por la ausencia de luz, elevada humedad relativa del aire y temperaturas poco variables, condiciones estas prácticamente inexistentes en los ambientes de superficie y que pueden llevar al surgimiento de estrategias adaptativas bastante especiales.
Anclaje lijero sin homologar que utiliza los franceses.
Topoclima
El clima, es decir, las características físicas de la atmósfera de una caverna (temperatura, humedad relativa del aire), es determinado por su topografía - forma general, tamaño, número y posición de las entradas. Por ello, él es denominado topoclima [el término microclima se aplica a espacios bien menores, como pequeñas rendijas, próximo la paredes y superficie del agua, etc.].
El suelo y subsuelo funcionan como aislantes térmicos, de modo que la temperatura varía cada vez menos a la medida que la profundidad aumenta. Por ejemplo, una variación de 30 a C en la temperatura epígea a lo largo del año corresponde a una variación de sólo 1 a C en la temperatura de roca situada a 11 m de profundidad. Como la amplia mayoría de las cavernas se desarrolla en profundidades superiores, la temperatura del aire y del agua, en equilibrio con la de roca, tendería a ser constante a lo largo del año. Así, en una caverna sin amplios contactos con el exterior, la temperatura estaría siempre alrededor de la media anual de la región (por ej., 18 - 19 a C en el Alto Poza).
Sindrome del Talabar debido al arnes de espeleología